Formación
El equipo de voluntarios ha sido entrenado en clown y ha recibido una
especialización en clown hospitalario a través de un taller donde se
refuerza lo aprendido y se diferencia el trabajo en el escenario del
trabajo en el hospital. Se estudia el significado del juego en el
hospital y el acercamiento al paciente. Se trabajan temas de
sensibilización y bioseguridad. Se realizan simulacros, se continúa con
un periodo de observación y se realiza una práctica en el hospital bajo
supervisión. Al finalizar el periodo de prueba el clown de hospital se
integra oficialmente al equipo de Doctores Bolaroja.
Trabajando en el hospital

Cada semana los pacientes del Hospital del Niño y el Hospital Loayza ven
llegar a sus cuartos a unos doctores muy especiales cargados de
juguetes, instrumentos musicales, burbujas y globos. El tratamiento con
ellos consiste en juegos, cuentos increíbles y sonrisas. Y parece que
funciona, porque de pronto el dolor ha disminuido, la inyección que la
enfermera aprovechó en poner no dolió, la comida supo mejor, el corazón
late más fuerte, el día pasó rapidísimo.
Resultados
Al crear climas más humanos, los doctores bolaroja combaten la depresión
de los pacientes hospitalizados, aumentan su autoestima y disminuyen su
angustia, atenúan el estrés de los familiares, e influyen positivamente
en el personal de salud. Por todo esto, los Doctores Bolaroja se han
ganado un lugar importante dentro del sistema de salud peruano. Su
trabajo ha sido reconocido por instituciones como la Organización
Panamericana de la Salud y han sido invitados a dictar conferencias en
diversas universidades y foros nacionales e internacionales, así como a
realizar visitas a otros hospitales y clínicas.
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